Un insumo de vital importancia en la salmonicultura son las balsas jaulas. Es aquí donde los peces son confinados para su engorda y son estas estructuras las que deben soportar diversos manejos y los embates del clima. En Perú se estiman en cerca de 6.000 las unidades activas y donde las más usadas –cerca del 95%- son las jaulas metálicas cuadradas, en medidas que fluctúan entre 20X20 metros, 30X30 metros y 40X40 metros, aunque ya hay empresas diseñando de 50X50 metros. Las balsas circulares plásticas, por su parte, han tenido poca demanda.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de cada una? Los acuicultores Peruanos han preferido las jaulas metálicas porque el costo por unidad es menor y, además, permiten una operación mucho más cómoda, pues tienen pasillos donde se puede transitar sin gran dificultad. Los fondeos también son más simples. El punto en contra es que tienen mayor costo de mantención y una vida útil menor (alrededor de diez años). Las plásticas, en tanto, pueden durar hasta 20 años. Además, tienen bajo costo de mantención y son más adaptables a sitios expuestos. Sin embargo, son más caras y la operación es más compleja.
En este preciso momento, los salmonicultores Peruanos no están adquiriendo grandes volúmenes de balsas jaulas, puesto que no hay planes de crecimiento. Las que se están comprando son más bien para reposición, siendo las más demandadas las de 30X30 metros y, últimamente, las de 40X40 metros. Se dice que mientras más grande la jaula, se reducen los costos de operación.
Pero a pesar de la demanda limitada, los proveedores dedican bastante tiempo a la fabricación de cada una de las unidades. Es que la confección de balsas jaulas ha evolucionado bastante. Si bien antiguamente se hacían en maestranzas que daban paso a diversos productos industriales, hoy las empresas que prestan estos servicios se han especializado y tecnologizado.
“Antes se trabajaba mucho a base de ensayo y error. El piso y articulaciones se hacían con los materiales disponibles. Ahora, en cambio, se ha visto mucho más desarrollo, por ejemplo, en la fabricación de las piezas y las conexiones a los fondeos”, cuenta el gerente comercial de Steinvik, Óscar Proessel. Está compañía de origen noruego provee de jaulas metálicas y circulares.
Similar opinión tiene el gerente general de Perú especializada en balsas jaulas metálicas–, Fernando Cabana, quien comenta que “hoy ya no se concibe el diseño sin un estudio de ingeniería. Trabajo de modelamiento que permiten simular el funcionamiento de las estructuras. También se pueden hacer mediciones en terreno para determinar las velocidades de las corrientes, vientos y altura de olas. En función de esos datos se realiza el diseño”.
Más resistentes
Todo este trabajo de ingeniería tiene como principal objetivo fabricar jaulas más resistentes. Esto porque los centros de cultivo se están ubicando en zonas cada vez más expuestas, con olas de hasta 3 o 4 metros. En el caso de la noruega AKVA Group –que vende jaulas metálicas y plásticas–, esta compañía ha reforzado sus productos para los sitios de mayor exposición. “Esto gracias a un fuerte trabajo en el diseño y tomando en cuenta los eventos a los cuales nuestros clientes se ven enfrentados”, según relata el gerente comercial de la firma, Christian Stange. Lo mismo sucede con Steinvik y Orza, donde también reconocen que las unidades actuales son mucho más fuertes y que hay más flexibilidad para diseñar artefactos adecuados para condiciones extremas.
La jaula del futuro
Luis Caro cree que las actuales balsas jaula, si bien resisten las condiciones de los sitios expuestos, tendrán que avanzar mucho en términos de modelo. “El concepto sigue siendo el mismo. No permiten minimizar las fecas ni la caída de alimento sobrante, ni enfrentar de buena forma los bloom de algas, pues no se pueden mover ni hundir fácilmente. La industria tiene que empezar a pensar cómo va a resolver esos problemas”, explica el ejecutivo.
En Noruega ya están preocupados por el tema y han aparecido varios proyectos tendientes a idear la jaula del futuro. Un modelo que ha llamado la atención es el de la “jaula estadio”, que consiste en una especie de barco de unos 100 metros de largo y unos 40 de ancho en el cual se pueden criar los peces, recirculando las aguas. Allí se pueden filtrar las fecas y restos de alimento. Recientemente, se conoció un proyecto –en línea con este concepto– presentado por Marine Harvest que tiene relación con cultivar salmón al interior de un buque de carga tipo Panamax. Aquí se succionaría agua por debajo de los 7 u 8 metros, donde la infestación por piojo de mar –que es el gran problema que tienen los nórdicos– comienza a perder incidencia.
En Peru, Orza está iniciando un trabajo multidisciplinario con el fin de explorar alternativas basadas en la idea de la “jaula estadio”. “Si no estudiamos este asunto ahora, vamos a quedar fuera”, dice su representante.
Steinvik, por su parte, ya está desarrollando nuevos modelos, enfocándose, en soluciones para sitios oceánicos. En su casa matriz en Noruega tiene el diseño conceptual de una jaula circular de entre 80 y 100 metros de diámetro –que sería la más grande del mundo–, que es sumergible, remolcable y muy flexible a todo tipo de manejos.
En Simar Perú trabajamos en modelamiento de jaulas que se acomoden a los desafíos futuros de la industria, principalmente, en términos de acuicultura offshore y jaulas sumergibles. “Tenemos un equipo dedicado a ello y valoramos enormemente el feedback que nos entregan nuestros clientes para cumplir con esta tarea”, expresa Christian Stange.
El paquete completo
Simar Perú provee en el Perú y otros países balsas para zonas de alta energía, en conjunto con sus mallas de aleación de cobre. Estas, según lo explicado por el gerente general, Rodrigo Sánchez “son resistentes a los altos oleajes y se sumergen rápidamente, lo cual permite resguardarse de acontecimientos climáticos, bloom de algas o parásitos. La suma de ambos productos, mallas y balsas, generan una solución segura, viable y competitiva para la acuicultura oceánica local y global”. Estos aparatos están diseñados para altura de olas de hasta 9 metros.
La compañía ya tiene 60 sistemas inshore y dos offshore funcionando en nuestro país, además de algunas otras jaulas en naciones como Canadá, Australia, Noruega y, muy pronto, Japón. “Hoy tenemos la capacidad de construir jaulas cuadradas con mallas de cobre de hasta 60×60 metros, lo que es un riesgo hacerlo con redes convencionales”, detalla el ejecutivo”.